- 2020 -
En ARAF, hace unos meses nos solicitaron ayuda económica para tratar a una perra con una pata herida. ARAF, sin pensarlo le dio ayuda, pero lamentablemente ésta persona llevó la perrita a la veterinaria, le dijeron que tenía que hacer un tratamiento que iba a ser solventado por ARAF y jamás volvió a un control veterinario, desapareció, ni tampoco solicito más ayuda.
Pasaron los meses y nos informan los vecinos que esta perra estaba muy mal, fuimos al lugar en reiteradas veces y nunca pudimos dar con el animal, ya que desconocíamos quien era su dueño.
ARAF nuevamente recibió información de que en un clasificado, la dueña la ofrecía en adopción ya que no podía solventar los gastos veterinarios y no contaba con comida para alimentarla.
ARAF automáticamente llamó a esta mujer, Ester Heredia. Se le ofreció ayuda, comenzó diciendo que la perra se llamaba “Morena”, que era de su madre (quien había fallecido) y ella no podía solventar nada del animal.
ARAF le puso a disposición el Plan Hogar, Plan Gotitas de Amor y atención veterinaria, esto significaba que le íbamos a llevar una cucha, comida y abonar todo el tratamiento veterinario, ya que la mujer decía que no quería tenerla adentro de su casa porque “el animal tenía bichitos”.
Lo único que se le pedía a esta mujer era que la llevara a la veterinaria, ARAF se hacía cargo de todo lo que necesitaba.
Ester Herdeia, contestó que la perra no le importaba y que ese animal era de su madre y su madre ya había muerto, y que el animal no era su problema. Tratamos de que entrara en razón, que nosotros le proveíamos todo, que ella solo tenía que cuidarla dentro de su predio ya que había sido la perra de su madre….nos terminó cortando el teléfono.
Intentamos varias veces comunicarnos sin resultado positivo. Decidimos acercarnos al lugar para hablar personalmente con esta mujer y hacerle entrega de varias bolsas de comida y seguir la conversación que cortó ella.
Llegamos al Barrio INTEVU XIV y
nos encontramos con la perra
deambulando en las calles internas
del barrio, estaba en la vía pública
con las patas traseras sangrando,
en muy mal estado, con hambre,
en un estado de abandono total. Varios
vecinos se acercaron y nos informaron
que la perrita hace mucho tiempo estaba
mal y que entre ellos le daban de comer.
La subimos al vehículo y la llevamos al veterinario, y constatamos que tenía chip, se llamó a Zoonosis para ver cómo se podía hacer, ya que su dueña había fallecido y la hija no quería hacerse cargo del animal, mientras la veterinaria la estaba revisando, Zoonosis nos comunica que ya le avisaron a su dueña Silvana, para que se acercara a la veterinaria Vet Sur a retirar su animal, la perrita se llamaba JACKIE, tenía 10 años aproximadamente y que en Zoonosis estaba -asentada como perdida desde el 2010- (teniendo el animal 6 meses de edad en su momento). Luego llegó el momento que todos soñábamos.
Todos nos emocionamos. Silvana y su familia no podían creer que su perrita estuviera viva, estábamos todos muy movilizados, ella no dejaba de darle caricias y abrazarla en el consultorio; en ese momento Jackie comenzó su tratamiento, el resto de la familia que estaban contectados por telefono, atentos a todo lo que sucedia, comenzaron a confeccionar una gran cucha en su casa, todos estaban haciendo arreglos para darle la bienvenida a Jackie en su hogar, su verdadero hogar. Hubo muchas lágrimas de felicidad, pero también muchas lágrimas de dolor por el estado de Jackie.
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