Micka

Canino
Asistencia

- 2014-

Nos solicitan ayuda en ARAF para una perrita que había sido abandonada.

La dueña de esta perrita falleció y su hijo se quedó a cargo de todo lo de su madre, en esas "cosas" Micka, de quien no se quiso hacer cargo.
Un día la atropellaron, y una pareja la socorrió y la llevo a la veterinaria, por eso tiene una secuela el lomo, que muy lentamente se fue curando y creciendo el pelito.
Este “hijo” ofrecía 700 pesos para que la "duerman" con el argumento que estaba muy viejita, y zoonosis no se la recibía.
Micka, lloraba incansablemente todos los días, extrañando a su mama humana.

Micka, lloraba incansablemente todos los días, extrañando a su mama.

ARAF, la resguardo en un hogar de tránsito, donde la mimaron muchísimo y ella tranquilizó.

Micka era una perrita de 10 añitos, estaba sana, pero tenía un terrible dolor en su corazón ya que extrañaba mucho, en su hogar de tránsito, Abigail le hizo perder el miedo a quedarse sola, ya que cuando Micka no veía gente alrededor, lloraba, temiendo quedar sola de nuevo. Ella siempre quería estar cerca de los pies de alguien. Abigail, le enseño a tener confianza de nuevo.

Decidimos buscarle un hogar urgente, le gustaba que la llevaran a pasear en auto, se daba muy bien con los niños, tenía buena relación con perros y gatos, era una perrita muy bien educada, muy limpia, se llenaba de energía cuando la llevaban a pasear con collar y correa, pedía para hacer sus necesidades afuera de la casa; pero estaba muy triste.

Necesitábamos encontrar a alguien de buen corazón, que puede ayudar a Micka a pasar dignamente sus últimos años de vida.

Llegó el día que una familia quiso conocerla, y se enamoraron inmediatamente de Micka, ella era muy dulce, La Adoptaron automáticamente, ellos se fueron felices, Micka nos dio su última mirada de agradecimiento y moviendo la colita se fue con su nueva familia.

Como cada caso, las integrantes de ARAF, se le llenaron los ojos de lágrimas, pero es parte de lo que hacemos, duele el corazón, pero hay que dejarlos ir, dejar que los animales tengan esa experiencia de tener una familia donde los llenen de amor, del que nunca debieron perder.