ARAF dialogó con sus dueños, quienes dijeron que el animal había tenido un accidente en la calle y que había quedado así. Era evidente que estos no tenían el más mínimo interés por este pequeño animal.

Sin demoras, tomamos a la perrita en brazos y fuimos a la veterinaria, donde una profesional, con todo su amor, pudo revisarla. Luego se le dio un baño y se le cortó el pelo, para proseguir con un tratamiento médico ya que estaba muy desnutrida y no tenía ninguna muela en su dentadura. Ella tenía aproximadamente 10 años.

ARAF la bautizó Milagros y se le dio contención en un “Hogar de Tránsito”, donde estuvo durante mucho tiempo.

Milagros no podía caminar, se arrastraba, tenía una fractura muy importante que nunca había sido tratada, ya que su familia no pensaba gastar dinero en ella, ni solicitar socorro en su nombre.

El equipo de ARAF, no iba a quedarse con los brazos cruzados, mirando la poca calidad de vida que Milagros tenía.

Fue entonces cuando comenzamos a investigar y dimos con el famoso carrito de ruedas para perritos lisiados, allí nos contactamos con la fábrica de PetWheels en Buenos Aires, y compramos uno para ella.