- 2014 -
ARAF fue avisado sobre un caballo que había sido arrastrado salvajemente atado de una soga a un vehículo sobre el pavimento: el dueño lo llevaba demasiado rápido, el caballo perdió el equilibrio y cayó, siendo arrastrado varios metros y provocándole heridas de diversa índole: principalmente raspaduras y quemaduras en todo su cuerpo.
La Policía Provincial tomó intervención en el caso y, a través del Médico de la Policía, revisaron al equino, cediendo el lugar de sus caballerizas para transitarlo y que tenga un lugar adecuado y en condiciones para que el mismo pueda hacer frente a su recuperación.
Más allá de las curaciones que le hacían donde estaba alojado, solicitamos ayuda a una Reikista para animales, quien ayudó muchísimo en su recuperación.
Una vez recuperado Palomo, fue a vivir a un campo donde tenía una vida feliz.
Al cabo de un año, la Justicia determinó que el equino debía volver con su dueño. El mismo que lo había arrastrado sobre el pavimento y que, durante la recuperación de Palomo, jamás lo había ido a ver.
ARAF, ante esta resolución judicial, actuó como mediador entre las partes y coordinó un diálogo entre el dueño y el señor que lo estaba cuidando con tanto cariño y amor en su campo.
Su dueño, al ver al caballo tan lleno de energía y felicidad, decidió dejar a Palomo en las manos y el buen cuidado de este hombre, quien había dedicado muchísimas horas al caballo en todas sus necesidades durante un año.
Create a free website with Mobirise