- 2015 -
Al día siguiente le hicieron placas y lamentablemente tenía varias fracturas en la cadera. También tenía un fuerte golpe en el fémur y heridas de raspaduras, estaba muy asustada. Con la fractura de cadera como no podía enyesarse esa zona, debía estar en un canil o lugar chico, para evitar que tenga movilidad. En ARAF la bautizamos Sonrisa, era muy chiquita y con unos hermosos ojitos celestes, era media inquieta, asique se complicaba un poco, los veterinarios dijeron que seguramente no iba a volver a caminar.
Luego de su alta médica, una integrante de ARAF, le cortó las rastas, la baño y la tuvo un tiempo en Hogar de Tránsito, continuó con su tratamiento, mucha medicación y una dieta estricta, se constató que no tenía chip.
Fue mejorando lentamente y tomando confianza, a moverse más, y a ganar el cariño de todos los que la conocían. Con el tiempo descubrimos que Sonrisa no escuchaba y no veía. Ella aparte tenía un daño neurológico.
Y un día Abigail, integrante de ARAF, la llevó a su casa unos días, donde la cuidó muchísimo, le enseño que no todos los humanos son iguales, Sonrisa cada día estaba más tranquila, se sentía confiada y le encantaban los juegos que le hacía Abigail, quien la lleno de atenciones y mucho amor.
Gracias a los ejercicios y masajes que le hacía Abigail, Sonrisa volvió a caminar. Abi, no pudo resistir esas miraditas perdidas de Sonrisa y decidió adoptarla. Fue una noticia maravillosa, sabíamos que iban a ser muy felices juntas, ser compañeras de vida, ser familia!!
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